El otro dÃa Diego y Samuel iban por la calle, el uno vestido de Pedro del Hierro y el otro en plan hawaiano. Y lógicamente se les acercó alguien a ofrecerles sustancias de un origen bastante... opaco. Afortunadamente como no es ilegal hemos podido hablar con él al respecto. E incluso probar algunas de ellas en nosotros mismos con... resultados perturbadores.
(Gracias por los créditos, anónimo colaborador)